El duelo lleva a buscar culpables externos

Expertos en Psicología Social y de Emergencias han afirmado hoy que los periodos de duelo, especialmente en las primeras horas después de una tragedia como la ocurrida en Castelldefels en la noche de Sant Joan, llevan a buscar culpables externos para canalizar la sentimiento de frustración.

“El ser humano necesita encontrar el porqué de lo que ocurre para lidiar con la rabia, la incredulidad, y la desesperación”, ha explicado a Efe la psicóloga del Servicio de Atención Psicológica en Emergencias de Barcelona (SAPE) Rosa Guillem, que desde ayer trabaja en el suceso que se cobró la vida de 13 personas en la estación Castelldefels-Platja de la costera localidad barcelonesa.

El duelo arranca con la negación de la tragedia, es entonces cuando se piensa “esto no puede haber ocurrido”, para dar paso en las horas siguientes a la frustración y la rabia, que obligan a buscar explicaciones y culpables, explica

“El hombre necesita pensar que las cosas ocurren por una razón determinada, y siempre es más fácil buscar los culpables fuera que dentro”, ha señalado a Efe el doctor en Psicología Social de la Universidad Carlos III de Madrid Guillermo Fouce.

Es por ello que, tanto los allegados de las víctimas como el conjunto de la sociedad, “tienden a exculparles”, ha indicado Fouce, aunque sean conscientes de que han sido responsables del suceso.

“Las víctimas se identifican como víctimas y sólo como víctimas, y es así como ocurre en la mayoría de los sucesos en los que intervienen conductas de riesgo”, ha apuntado Fouce; “cuando un joven muere a causa de la droga, se tiende a culpar a la sociedad”, ha añadido.

Tras una tragedia como la ocurrida en Castelldefels, la sociedad entera vive un proceso de duelo, tanto por el impacto de la noticia, como por el recuerdo que evoca en familias que han sufrido tragedias similares o en padres que también han perdido a sus hijos jóvenes.

Sin embargo, el duelo “es especialmente complicado”, ha señalado Guillem, para los familiares de las víctimas, así como para los testigos y supervivientes de la tragedia.

“El proceso de duelo de los padres es muy difícil tras una tragedia de estas características, porque nunca se espera que los hijos no sobrevivan a sus progenitores; además, el dolor es más profundo por lo repentino e inesperado del suceso, no han tenido tiempo de despedirse”, ha explicado Guillem.

La psicóloga del SAPE ha destacado que los testigos y supervivientes del mortal atropello necesitarán el apoyo continuado de especialistas en estrés postraumático para trabajar con las imágenes que previsiblemente perdurarán en su mente durante un largo tiempo.

“Ahora todos estamos en un proceso de duelo más o menos intenso, según el grado de cercanía con el que percibimos la tragedia, pero cuando pase un tiempo bajaremos de este alto nivel emocional a un estadio más reflexivo, desde el que podremos analizar de manera más racional lo ocurrido”, ha señalado el profesor de Intervención Psicosocial en la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia de Salamanca Oscar Álvarez.

Fuente: ADN. 25/06/2010

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