MALOS TRATOS. VIOLENCIA DE GÉNERO. Consecuencias psicológicas.

¿Qué está pasando?. En España, se estima que la violencia de género afecta al 20-25% de las mujeres. Además de las consecuencias dramáticas (homicidios, lesiones físicas..) de las que somos testigos a través de los medios de comunicación últimamente con demasiada frecuencia, existen otras consecuencias que no por ser menos visibles, son menos importantes.
Las consecuencias psicológicas de la violencia de género son más frecuentes y graves que las físicas, salvo casos excepcionales como los de muertes o lesiones graves. Entre éstas, cabe destacar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión, así como trastornos de ansiedad y problemas relacionados con el abuso de sustancias (alcohol y drogas). Cabría mencionar también la alta incidencia de problemas derivados de la baja autoestima.

Además, la violencia sobre las mujeres tiene no sólo consecuencias sobre su propio bienestar, sino también sobre sus familias (las conductas violentas se aprenden y se transmiten de padres a hijos) y la comunidad. A este nivel, consecuencias comunes son:
• Laborales (absentismo o abandono del trabajo).
• Sociales (limitaciones para relacionarse con otras personas).
• Del tiempo libre (aislamiento, control, trámites legales, juicios, etc.).
• Familiares (afectación hijos, respuesta negativa de allegados).
• De pareja (desconfianza para restablecer relación de pareja).
Es importante comentar también que las mujeres víctimas de malos tratos por parte de sus parejas o exparejas pueden tornarse dependientes y sugestionables y encontrar serias dificultades para tomar decisiones por sí mismas. La relación con el maltratador agrava las consecuencias psicológicas que las mujeres sufren por el abuso. Los vínculos legales, financieros y afectivos que las víctimas de la violencia de género tienen a menudo con maltratador, acentúan sus sentimientos de vulnerabilidad, pérdida, engaño y desesperanza. Por ello, las mujeres maltratadas frecuentemente se aíslan y se recluyen tratando de esconder la evidencia del abuso y por tanto la tarea (importantísima para la prevención) de detección y denuncia se complica enormemente.

Javier Brotons (psicólogo).

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