La ansiedad es una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida. No obstante,
cuando se presenta en forma excesiva o crónica constituye una enfermedad que puede
desorganizar la vida de las personas.
Se la entiende como una respuesta del organismo ante a una situación que se interpreta
como peligrosa. Frente a una amenaza nuestro cuerpo reacciona automáticamente
activando ciertas áreas cerebrales que terminan activando al sistema nervioso simpático,
lo que da como resultado los síntomas ansiosos. Una cuota de ansiedad es necesaria
incluso para poder afrontar desafíos y emprendimientos. Por ejemplo es normal que las
personas suframos cierto grado de ansiedad ante un examen o al tener que hablar frente
un público. En contraposición a esto cuando la ansiedad es excesiva y en lugar de facilita
el desempeño de las personas interfiere en algún aspecto de su vida (personal, familiar,
social, laboral o académico) hablamos de ansiedad patológica o de trastornos de ansiedad.
La respuesta ansiosa involucra tres factores:
1. Biológico: implica una activación fisiológica caracterizada por dolor u opresión torácica,
palpitaciones, mareos, malestar gastrointestinal, inquietud, sensación de ahogo, sudor,
rubor, hormigueos y temblores, sensación de desmayo o descontrol.
2. Cognitivo: la ansiedad surge a partir de la percepción de un peligro. El factor
determinante no es la existencia del peligro real, sino que la persona crea que esa amenaza
puede suceder.
3. Comportamental: Quien cree estar expuesto a un peligro pondrá en marcha alguna
acción para tratar de evitar que éste ocurra.
Tratamiento ansiedad crónica en Valencia:
www.psicologo-valencia.es