Depresión

EVOCAR EXPERIENCIAS PLACENTERAS PARA PREVENIR LA DEPRESIÓN.

Evocar sucesos pasados que nos hicieron sentir bien es un poderoso antídoto para combatir la depresión e incluso prevenirla. En los malos momentos aferrarse a los buenos recuerdos puede evitar que caigamos en el trastorno del ánimo más frecuente, que se ha convertido ya en la segunda causa mundial de discapacidad. O si ya hemos caído, puede ayudarnos a salir de ese oscuro panorama.

Al menos, es lo que ha comprobado en roedores un equipo de investigadores del Instituto Tecnólogico de Massachussetts liderado por el premio Nobel Susmu Tonegawa, que ha se ha propuesto desentrañar los circuitos neuronales en los que descansa la memoria aplicando las técnicas más modernas de las que dispone hoy la neurociencia. Su trabajo se publica en la revista Nature.

Que recordar los tiempos felices tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo no es una novedad. De hecho en noviembre del año pasado, psicólogos de la Universidad de Rutgers sometió a un grupo de voluntarios a resonancia magnética para ver cómo y qué partes de su cerebro se activan cuando nos recreamos en los buenos tiempos. Y vieron que revivir mentalmente esas experiencia positivas ponían en marcha el sistema de recompensa del cerebro y aumentaba la motivación. El resultado era tan intenso que los participantes renunciaron a recibir una recompensa económica ofrecida a cambio de salir de ese ensimismamiento tan gratificante. De ahí dedujeron que ese costumbre en la que caemos con cierta frecuencia cuando el día a día se nos hace cuesta arriba debía tener una función adaptativa importante.

Sin embargo, a pesar de ser una táctica empleada por los psicólogos para ayudar a las personas deprimidas, la neurobiología “fina” de este proceso se conoce poco. Y ahora los investigadores liderados por Tonegawa han dado un paso importante y muy en consonancia con las observaciones en humanos de los psicólogos de Rutgers. En concreto la laboratorio del Nobel ha demostrado que la reactivación artificial en roedores de un recuerdo positivo puede suprimir los efectos de la depresión inducida por el estrés. Es más, han visto que de forma parecida a lo que ocurría con los voluntarios de Rutgers, revivir mentalmente esa experiencia es más efectivo como antídoto contra la depresión que experimentar el suceso de nuevo.

Para probarlo han contado con la inestimable colaboración de ratones de laboratorio, a los que tanto debemos. Primero les proporcionaron una experiencia gratificante, como ponerles en una jaula en la que había una hembra de su especie. Después les sometieron a una experiencia neutra: les dejaron solos en otra jaula. Y finalmente una experiencia algo más estresante, como inmovilizarles.

Durante este proceso los científicos estuvieron muy atentos a las neuronas que se activaban en cada caso, para almacenar cada una de esas experiencias (positiva, neutra y negativa, respectivamente). Después revivieron los distintos recuerdos en el cerebro de los roedores, activando las neuronas implicadas en cada caso.

Aunque parece difícil, para el grupo de Tonegawa hacer eso está a la orden del día. Utilizan una técnica denominada optogenética que permite activar y desactivar neuronas a voluntad de los investigadores. Para ello previamente, y utilizando un virus, las han introducido una proteína que reacciona a la luz. Así cuando enciende una luz azul, las neuronas se activan y el recuerdo se hace accesible. En esta ocasión esas neuronas marcadas forman parte del giro dentado, una parte del hipocampo implicada en la formación de recuerdos.

Después de haber deprimido a los roedores por una experiencia estresante durante diez días, los investigadores vieron que sólo al activar el grupo de neuronas que contenían el recuerdo positivo de la estancia del roedor en la jaula con su compañera, se recuperaban de los síntomas de la depresión, que al parecer son muy parecidos a los que sufrimos los humanos, pasividad y falta de interés por actividades agradables, que para un ratón pueden ser comer o utilizar una rueda giratoria. Y bastaban cinco días de “luminoterapia” para lograr eclipsar los efectos del estrés acumulados durante diez días.

Y esa mejoría permanecía en el tiempo incluso aunque no se estimulase ya su cerebro con luz. Y además, los roedores en los que se había activado artificialmente el recuerdo de la experiencia positiva se hacían resistentes a nuevas situaciones de estrés, que no lograban ahora deprimirles.

Además del hipocampo, importante también en la regulación del estrés, los inveestigadores vieron que había otras zonas del cerebro implicadas en esa recuperación, como la amígdala (que “gestiona” el miedo) y el núcleo accumbens (que forma parte del sistema de recompensa del cerebro).

Curiosamente los roedores que habían sido sometidos a las mismas experiencias positivas, pero sin aplicarles la estimulación lumínica, no parecían recuperarse de la depresión, incluso aunque les pusieran de nuevo en la jaula con compañía femenina. Lo que significa que en estos casos, el recuerdo tiene un poder sanador más intenso que vivir la propia experiencia. Además de proteger contra la depresión, o quizá por eso, recordar los buenos momentos restaura la producción de neuronas nuevas en los roedores, que disminuye con la exposición al estrés.

Un comentario que acompaña en Nature al trabajo del equipo de Tonegawa sugiere que el recuerdo repetido de esas experiencias positivas podría de alguna forma conferir cierta resistencia, o resiliencia, a la adversidad. Se preguntan si podría ocurrir lo mismo en humanos. Y parece que la respuesta podría ser afirmativa según el estudio también muy reciente de los psicólogos de Rutgers.

Y ya puestos, los psiquiatras que comentan el trabajo, Alex Dranovsky y David Leonardo, de la Universidad de Columbia, se preguntan si no habrá en algún lugar del cerebro otros grupos de neuronas capaces de activar recuerdos que protejan contra la ansiedad, otro trastorno muy frecuente. Seguro que Tonegawa ya ha tomado nota. No hace ni un mes, con este mismo equipo explicaba en Science que se podía devolver la memoria a ratones amnésicos. Y el verano pasado, a finales de Agosto, explicaba en Nature que había logrado cambiar los malos recuerdos en buenos, aunque de momento solo en roedores. Lo de la ansiedad es cuestión de tiempo…(Fuente: ABC ciencia).

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Autoestima

La autoestima es la forma en que cada uno nos valoramos. Tener una autoestima sana facilita que nos sintamos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno (familia, trabajo, actividades de ocio…) en general, siendo capaces de afrontar mejor con las dificultades y posibles conflictos y toma de decisiones que se nos presenten en nuestra vida cotidiana.

Cuando la autoestima es baja tendemos a vernos de una forma más negativa y crítica, y enfrentarnos a posibles problemas o conflictos que nos puedan surgir se nos hace mucho más complicado y nos lleva incluso a desarrollar mecanismos de evitación para no afrontarlos

Es necesario realizar un trabajo encaminado a identificar cogniciones (pensamientos, creencias, actitudes…) y conductas poco funcionales, además de comprender cómo nos afectan en nuestra relación con nosotros mismos y con otras personas. Así podremos mejorar nuestra asertividad a la hora de expresar nuestras necesidades, posiciones, valores, creencias y opiniones, confiar más en nosotros mismos al tomar decisiones e involucrarnos en relaciones sanas y honestas con las personas que nos rodean.

Las personas que tienen baja autoestima o una falta de confianza en sí mismas pueden experimentar problemas en situaciones sociales, dificultades en relaciones íntimas y evitan aspectos de su vida que les ocasionan malestar. Esta evitación a corto plazo hace que se sientan mejor porque facilita que desaparezcan algunas emociones negativas como la ansiedad, pero a largo plazo mantiene y refuerza los miedos y las dudas que impiden que la persona viva de una forma plena y satisfactoria. Por ello los problemas relacionados con una baja autoestima se asocian frecuentemente a condiciones como la depresión o la ansiedad.

Programas personales para la mejora de la autoestima. Tel: 600440004.

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Psicólogos Valencia. Psicólogo Valencia. Consulta de psicología en Valencia y Castellón.

CONSULTA DE PSICOLOGÍA EN VALENCIA Y CASTELLÓN.

Bienvenid@ a mi blog en el que puedes obtener información acerca de mi trabajo y orientación en el área de la psicología y la psicoterapia (tratamientos psicológicos). Soy psicólogo (psicoterapeuta) por vocación, colegiado desde 1992, grado de máster, acreditado como psicólogo general sanitario por la Consellería de Sanidad y docente e investigador en la Universidad pública Jaume I (Uji) de Castellón, con consultas propias en el centro las ciudades de Valencia y Castellón.  Me he especializado en el tratamiento de trastornos de ansiedad, trastorno depresivo, baja autoestima, crisis personales y de pareja y el tratamiento del adicciones tanto psicológicas como tóxicas (adicción al juego, a internet y nuevas tecnologías, a la cocaína, etc.). Trabajo desde la perspectiva cognitivo y conductual construyendo programas de intervención personalizados, adaptados y específicos, basados en el establecimiento progresivo de objetivos personales para la consecución de la mejoría. 

Además trabajo con un equipo multidisciplinar con los mejores psicólogos y otros profesionales para poder abordar cualquier problema, como son: trabajador y educador social social , mediador profesional acreditado, psiquiatra, abogado y fisioterapeuta, para cubrir adecuadamente las necesidades de mis clientes.

                         Gracias por tu visita.

 

Javier Brotons Miró. Psicólogo. Col.CV03246.

Nº de acreditación sanitaria: 13.353.

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Fernando Católico, 22, 7º,pta.19. -46008- Valencia.
(frente a la estación de metro de Àngel Guimerá).

Ricardo Carreras, 2, entlo.1. -12004- Castellón-

También contactar por  WHATSAPP   600440004, rápido (antes de 24h), cómodo y confidencial.

 

Tratamiento psicológico (psicoterapia) para:                                    

ANSIEDAD: Trastorno de pánico (ataques de pánico), trastorno obsesivo compulsivo( TOC.), trastorno por estrés postraumático (TEPT), agorafobia, hipocondría y excesiva preocupación por la enfermedad, fobia social y miedos sociales, fobias específicas: aerofobia, aerofobia, eritrofobia, amaxofobia, claustrofobia….., trastorno de ansiedad generalizada (TAG).

ESTRÉS: Estrés personal, estrés laboral, estrés crónico…..

DEPRESIÓN: Trastorno depresivo, estados depresivos., estados de elevada tristeza, depresión postparto…..

 ADICCIONES: Adicción al juego (ludopatía),  adicción a internet, al teléfono móvil y a las nuevas tecnologías, adicción a la cocaína, adicción a la mariguana y al hachís,  adicción a medicamentos, adicción al sexo y/o cibersexo.

TRASTORNOS ALIMENTARIOS:  Anorexia y bulimia y trastorno por atracón.

TRASTORNO CICLOTÍMICO (CAMBIOS BRUSCOS DE HUMOR).

TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL.

TRATAMIENTO DEL DOLOR CRÓNICO.

TRATAMIENTO DE LA FIBROMIALGIA.

TRASTORNOS DE LA IMAGEN CORPORAL.

REALIZACIÓN DE INFORMES PSICOLÓGICOS CLÍNICOS.

OTROS PROBLEMAS: Problemas de la pareja  (infidelidad, ruptura………), celos y celos patológicos,  personalidad dependiente, los problemas de la adolescencia, respuestas emocionales inadecuadas (agresividad), duelo y duelo patológico, 
malos tratos hacia la mujer y violencia  de  género,  “Mobbing” o acoso laboral,  “Bullying” o acoso escolar, conducta antisocial, violencia y afrontamiento de enfermedades raras y del cáncer.

TRATAMIENTO DE PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES (PAS).

TERAPIA PSICOLÓGICA (PSICOTERAPIA).

Mi objetivo en las sesiones es básicamente ayudar a las personas a resolver sus problemas de la vida real y enseñarles a modificar su pensamiento inadecuado, comportamiento disfuncional y emociones negativas que implican determinado grado de sufrimiento innecesario. De este modo, la meta de la terapia cognitivo conductual es reconocer pensamientos negativos y remplazarlos con pensamientos positivos, que darán lugar a comportamientos favorables para la persona. Tengo como objetivo final ayudar a las personas a desarrollar normal y satisfactoriamente su vida cotidiana.

La terapia psicológica no solo va dirigida a personas que sufren algún problema o trastorno psicológico sino que también está orientada hacia la solución de problemas y toma de decisiones, por ejemplo en casos de: cambio y adaptación a una nueva situación vital (cambio de residencia, cambio de trabajo, divorcio o separación…).

Para más información: https://www.psicologo-valencia.es/

 

PSICÓLOGOS VALENCIA

PSICOLOGOS EN VALENCIA

En nuestro gabinete multidisciplinar de psicólogos y consulta de psicología en las ciudades de Valencia y Castellón prestamos los servicios de: psicología clínica y tratamientos psicológicos para adultos (contamos con un equipo de tres psicólogos especializados), tratamiento de la fibromialgia y dolor crónico, psicología infantil y gabinete psicopedagógico, terapia de pareja, formación de grupos de terapia y talleres, gabinete de psicología jurídica y forense (Jurister), mediación familiar, civil y mercantil (CM mediate) y trabajo y educación social a domicilio (en situación ambulatoria).

EQUIPO DE PSICÓLOGOS:

Alba Navarro Mateu. Psicóloga col CV.14591. Máster en terapias contextuales.

Marta Armunia Catalán. Psicóloga col CV.10954. Máster en psicología jurídica y psicóloga infantil.

Javier Brotons Miró. Psicólogo col.CV.03246. Terapia cognitivo y conductual.

Los psicólogos profesionales en activo deben poseer las técnicas y conocimientos necesarios para el ejercicio de su profesión y ofrecer el máximo de garantías a las personas que tratan. En este sentido, los psicólogos que trata cuestiones clínicas y/o sanitarias debe estar debidamente acreditados por los organismos pertinentes: estar en posesión del título de licenciatura o grado en psicología, estar inscritos como profesionales sanitarios en la Consellería de Sanidad y estar colegiados en el colegio oficial de psicólogos de la Comunidad Valenciana y sujetos a su código deontológico.

Equipo de psicólogos especializado en el tratamiento de trastornos y problemas psicológicos con el abordaje terapéutico adecuado para cada caso: ansiedad,depresión,adicciones tóxicas y psicológicas,baja autoestima,reacciones emocionales inadecuadas…

Tel: 600440004.

https://www.psicologo-valencia.es

 

 

Los mejores psicólogos en Valencia

El psicólogo profesional en activo debe poseer las técnicas y conocimientos necesarios para el ejercicio de su profesión y ofrecer el máximo de garantías a las personas que trata. En este sentido, el psicólogo que trata cuestiones clínicas y/o sanitarias debe estar debidamente acreditado por los organismos pertinentes: estar en posesión del título de licenciatura o grado en psicología, estar inscrito como profesional sanitario en la Consellería de Sanidad y estar colegiado en el colegio oficial de psicólogos de la Comunidad Valenciana y sujeto a su código deontológico.

¿Cuáles son los principios que un buen profesional de la psicología debe aplicar?¿cómo debe ser un buen psicólogo?

1. No juzgar nunca a un paciente

A lo largo de su carrera profesional, un psicólogo puede encontrarse con pacientes que piensen de manera diferente a él en muchos aspectos. Un buen psicólogo ni juzga ni critica a sus pacientes.

2. Ser accesible

Los pacientes suelen ser personas que necesitan ayuda profesional por distintos motivos, pero generalmente se encuentran en situación de malestar psicológico y emocional. Un buen psicólogo permite que sus clientes se sientan cómodos en sus sesiones y se muestra accesible. Esto ayuda a que el paciente se abra y se sienta preparado para superar sus miedos.

3. Escuchar activamente

El psicólogo debe prestar atención plena a sus pacientes, por lo que no solamente debe oír lo que le dice, sino que debe escucharle plenamente. Esto significa que debe escuchar de forma activa, es decir, prestar atención con los cinco sentidos a lo que el paciente dice.

4. Ser autoconsciente y sincero

La relación terapéutica no siempre es fácil, porque los psicólogos son seres humanos con sus emociones y pensamientos propios.

5. Estar en continua formación

Un buen psicólogo está continuamente formándose.

6. Ser ético

El psicólogo debe ser consciente de sus recursos y limitaciones y de los principios éticos que que gobiernan el ejercicio de su profesión, y por tanto estar sujeto a un código deontológico de su profesión

7. Comunicar de forma efectiva

Puesto que los psicólogos tratan con personas, es necesario que dominen ciertas habilidades interpersonales y habilidades de comunicación.

8. Ser paciente

Una de las cualidades que debe poseer el terapeuta es la paciencia. A lo largo de las sesiones terapéuticas pueden existir altibajos por parte del paciente, algo que puede afectar también al psicólogo, al hacerle cuestionar su método de trabajo.

9. Ser empático

Esto quiere decir que debe ser capaz de ponerse en lugar del otro para sentir lo que siente y pensar como piensa. De esta manera será capaz de comprender la magnitud del problema que la persona está viviendo y podrá ayudarle. Si el psicólogo no consigue ser empático, puede minimizar el problema que vive el paciente, lo que le podría llevar a emplear herramientas inadecuadas.

10. Derivar cuando es necesario

El psicólogo debe entender que no puede ayudar al paciente en todos sus motivos de consulta ni es experto en solucionar todos los problemas. Uno de los principios para ser un buen psicólogo es saber derivar cuando es necesario.

Javier Brotons.                                                                                                          Psicólogo col.CV03246.                                                                                      Autorización sanitaria: 13.357                                                                    https://www.psicologo-valencia.es                                                                                      Tel: 600440004

Psicólogo con consultas propias en las ciudades de Valencia y Castellón.              Terapia individual, terapia de pareja y formación de grupos de terapia.

 

 

DEPRESIÓN CRÓNICA.

Investigadores de la Universidad de California han encontrado que la depresión, cuando no es tratada y por tanto se hace crónica, puede conducir a un envejecimiento prematuro de las células del sistema inmunológico, en concreto acortando los telómeros, lo que a su vez provocaría que estas personas fueran más propensas a desarrollar problemas de diabetes, osteoporosis, accidentes cardiovasculares, demencia y otras enfermedades físicas.

La longitud de los telómeros es un buen indicador de la edad de las células, por lo que su acortamiento propicia la aparición temprana de enfermedades relacionadas con la edad avanzada.

El tipo de dieta y realizar ejercicio físico fomentan que la longitud de los telómeros sea adecuada.

Estos resultados también ponen de manifiesto la importancia de una intervención temprana y efectiva de la depresión. Afortunadamente existen técnicas psicológicas, cognitivo-conductuales, que resultan eficaces para los problemas de depresión y que en Estados Unidos se utilizan como primera opción de tratamiento. En la medida en que el uso del tratamiento cognitivo-conductual se extienda, se reducirá la presencia de formas crónicas de la depresión, que como ya se sabía, tiene unos efectos muy graves sobre todos los ámbitos de la salud.

Tratamiento cognitivo conductual de la depresión: Javier Brotons. Psicólogo.        Tel: 600440004. https://www.psicologo-valencia.es

 

PÁNICO: TRATAMIENTO EN VALENCIA

Los tratamientos psicológicos más eficaces y breves para las crisis de pánico son los que siguen un enfoque cognitivo-conductual. Estos tratamientos, aplicados por psicólogos especialistas en problemas de ansiedad, se basan en enseñar al paciente diferentes estrategias para ayudarle a controlar las crisis de pánico, reducirlas hasta que desaparezcan y enseñarle a afrontar situaciones temidas.

En algunos casos, el tratamiento psicológico debe combinarse con tratamiento farmacológico, que debe ser indicado por un psiquiatra. Los fármacos habitualmente usados para tratar las crisis de pánico son algunos tipos de antidepresivos (frecuentemente ISRS) y benzodiacepinas. Siempre deben hacerse bajo prescripción médica y siguiendo las indicaciones de este especialista.

Las crisis de pánico son episodios que, en un primer momento, son inesperados y no se asocian a ninguna situación concreta. En ellos aparece de forma temporal y aislada miedo o malestar intenso acompañado de cuatro o más de los siguientes síntomas, que se inician de forma brusca y alcanzan su máxima expresión en los diez primeros minutos (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DMS-IV-TR, 2002)):

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Sensación de atragantarse.
  • Opresión o malestar torácico.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo).
  • Escalofríos o sofocaciones.

La vivencia de una crisis de pánico es un hecho altamente desagradable. Por ello, a muchos pacientes les aterra el hecho de que la crisis vuelva a aparecer afirmando que sufren “miedo al miedo”. Esta circunstancia define al trastorno de ansiedad.

Todos estos síntomas, la mayoría de carácter somático, no deben obedecer a otras enfermedades, por tanto, deben quedar excluidas patologías cardiacas que justifiquen el dolor torácico y las palpitaciones, procesos digestivos que provoquen náuseas y vómitos, etcétera.

Tratamiento psicológico para el pánico en Valencia y Castellón:                      Javier Brotons. Psicólogo col.CV03246. Tel: 600440004.                                                https://www.psicologo-valencia.es

AGORAFOBIA: TRATAMIENTO EN VALENCIA.

Agora + Fobia: Agora viene del griego Ágora que significa Plaza Pública, lugar de reunión o discusión; y Fobia viene del griego Phóbos que significa temor, miedo mórbido sobretodo por su carácter obsesivo. Y nada mejor que juntar estas dos palabras y crear una sola para definir lo que hoy conocemos por Agorafobia, que según la DSM IV-TR es la “ansiedad por se encontrar en lugares o situaciones en los cuales la fuga pueda ser difícil (o embarazosa) o en los cuales pueda no tener ayuda disponible en caso de tener un ataque de pánico inesperado o situacionalmiente predispuesto o situaciones semejantes al pánico. Las situaciones más comunes incluyen estar solo en casa; estar en una multitud o esperar en una fila; cruzar un puente y viajar en coche, autobús, tren o avión.”

Existen varios tipos de tratamiento de la agorafobia. Los más estudiados y contrastados experimentalmente son el farmacológico y el cognitivo conductual. El cognitivo conductual muestra como ventaja sobre el farmacológico que permanece después de cesar la administración, mientras que el que se restringe a la medicación pierde sus efectos cuando cesa la toma de medicación (Echeburúa y Corral, 1992). También se pueden emplear de manera conjunta, aparentemente con ventajas en los resultados que se obtienen, aunque los resultados de la terapia combinada aún están en estudio.

Tratamiento psicológico para la agorafobia en Valencia y Castellón:                        Javier Brotons. Psicólogo col.CV03246. Tel: 600440004.                                                https://www.psicologo-valencia.es

 

La importancia del psicólogo en el cáncer.

Recientes estudios muestran que el apoyo psicológico es crucial para mejorar la calidad de vida y el curso del tratamiento de esta enfermedad.

El diagnóstico de cáncer desencadena un proceso de estrés que no solo daña la calidad de vida sino que afecta el resultado de las intervenciones terapéuticas. Incluso podría hacer que una persona no tolere su tratamiento. A pesar de eso, muy pocos pacientes oncológicos reciben asesoría psicológica para sobrellevar la carga de esta noticia, ya sea por barreras de acceso o por falta de tiempo por parte del médico o del propio enfermo.

Esta semana, durante la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), que se realiza en Chicago, se dieron a conocer tres estudios que muestran la importancia de ofrecer tratamiento médico oncológico a la par con terapias para el manejo del estrés.

Uno de  ellos evidenció que un programa ofrecido a través de internet con técnicas utilizadas en la terapia convencional mejoró ostensiblemente la calidad de vida de estos pacientes.  El novedoso programa se conoce como Intervención en línea guiada por terapeutas, fue desarrollado por oncólogos y psicólogos en Basilea, Suiza y tiene una duración de tres semanas durante las que se cubren ocho temas, entre otros, la reacción corporal del estrés y métodos para reducirlo.

Para el estudio se reclutó a un grupo de 129 pacientes que habían comenzado el tratamiento de cáncer tres semanas atrás. Tras evaluar su progreso, los expertos observaron que luego de dos meses de terapia estos pacientes mejoraron su calidad de vida y redujeron los niveles de estrés de seis a cuatro puntos. “Con esta intervención podemos ofrecer este apoyo psicológico en la comodidad de la casa del paciente”, señaló la autora del trabajo Viviane Hess, estudiante de oncología del Hospital Universitario de Basilea, Suiza.

Los pacientes que sobreviven al cáncer también sienten grandes niveles de estrés debido a la posibilidad de que este regrese. Esta idea afecta los comportamientos de seguimiento del caso, las relaciones, el trabajo, el ánimo y la fijación de metas a corto y largo plazo. Estos sobrevivientes tampoco cuentan con terapias psicológicas especializadas.  Por eso Jane Beith, oncóloga de la Universidad de Sidney, Australia, desarrolló una terapia conocida como Conquer fear,  que consiste en cinco intervenciones individuales de 60 a 90 minutos que se dan en el curso de diez semanas.

El objetivo es ayudar a los pacientes a lidiar con la incertidumbre de que el cáncer puede regresar y enseñar técnicas para reducir esa preocupación. Al mismo tiempo entrenan al paciente para dilucidar lo que quiere de la vida.

En un estudio realizado con 222 sobrevivientes de cáncer de seno en estadios 1 a 3, Beith observó que el miedo bajó. La ansiedad general y el estrés que provoca el cáncer se aliviaron. La calidad de vida fue mucho mejor después de la terapia.

El tercer estudio fue hecho con 350 de estos pacientes con metástasis y pacientes con cáncer avanzado, que también presentan altos niveles de estrés. El trabajo mostró que una intervención corta conocida como CALM, (por la sigla en inglés Managing Cancer and Living Meaninfully), redujo los síntomas de depresión frente a pacientes que recibieron terapias convencionales.

La intervención solo está diseñada para pacientes con cáncer muy avanzado y consiste en seis sesiones de 45 a 60 minutos. En cada una de ellas,  psicólogos, trabajadores sociales o psiquiatras le hablan a los pacientes y a sus familias sobre el control de los síntomas, las decisiones médicas, las relaciones con los especialistas, los cambios en las relaciones interpersonales, el sentido de la vida y el bienestar espiritual.

Esta corta terapia les ayuda a enfrentar la enfermedad avanzada y ver el futuro”, dice Gary Rodin, quien desarrolló el programa con sus colegas Sara Hales y Cris en el centro de cáncer Princess Margaret en Toronto Canadá. Según explicó Rodin, esta intervención es diferente porque no solo prepara para el final de la vida sino que ayuda a vivir con el cáncer avanzado. En ese sentido atiende tanto asuntos prácticos como otros más espirituales.

Los pacientes que recibieron la terapia, a los tres meses ya mostraban menos síntomas de depresión, menos miedo de hablar del futuro y mayor habilidad para expresar y manejar sus sentimientos. A los seis meses entendían que las relaciones cambiaban por el cáncer y podían explorar nuevas maneras de comunicarse con sus médicos y sus familiares.

Los tres trabajos son una prueba más de la importancia de contar con psicólogos en los grupos médicos que manejan el cáncer. Todos los actores involucrados en la enfermedad deberían tener en cuenta este aspecto pues como dice Don S. Dizon, “cuando el doctor dice cáncer, se desata una ola de emociones, miedos e incertidumbre. Por eso el tratamiento oncológico debe ir a la par de la asesoría psicológica”.  Fuente: www.semana.com

Intervención psicológica en pacientes con cáncer:

Javier Brotons, Psicólogo. Tel: 600 44 00 04.

TRATAMIENTO DE LA AMAXOFOBIA O MIEDO A CONDUCIR.

En los principios de la psicología cognitivo conductual el miedo a conducir es el resultado de un proceso en el que la persona percibe el tráfico, el propio vehículo, la vía por la que se circula o el ambiente en el que se circula cómo una amenaza, incluso se puede percibir a demás conductores cómo peligrosos, y por uno o varios de estos motivos sentirnos incapaces de conducir y/o evitar ciertas circunstancias en la conducción: conducir por autovía, coger cierta velocidad, adelantar a otros vehículos…

Como fobia, significa un miedo injustificado ante situaciones u objetos que no son peligrosos en sí mismos y que no producen miedo en las demás personas. Dentro de las distintas fobias, la podemos englobar en el grupo de los miedos asociados a los medios de transporte (fobia a volar, a tomar el metro…). En su grado más extremo o paralizante, estaría relacionada con la agorafobia, esto es, un miedo incontrolable ante situaciones en las que “si nos pasase algo” resultaría complicado escapar o salir airosos de la situación, y es por ello que si se conduce se hace evitando circunstacias y desarrollando conductas y rituales que dan seguridad.

Un problema que afecta a más del 30% de los conductores españoles en diferentes grados, según el estudio del Instituto MAPFRE de Seguridad Vial.

Como en otros trastornos fóbicos la respuesta de huida-evitación produce en el sujeto una sensación de alivio de la ansiedad, que se mantiene por refuerzo negativo. Esta respuesta llega a ser tan poderosa que se vive cómo la única posible para hacer frente al problema. Por este motivo esta fobia requiere un múltiple abordaje:

  • Modificar las ideas sobre la amenaza del tráfico y los demás conductores.
  • Cambiar la autopercepción de competencia por parte de la persona.
  • Suprimir y evitar la respuesta de huida en el tráfico.

La única forma de conseguirlo es realizando las sesiones en situación de conducción (durante la conducción en el vehículo propio) y con un programa adaptado a las características amaxofóbicas propias de la persona, con un psicólogo especialista en el tratamiento de esta fobia (el tratamiento de esta fobia por parte de personal o profesores de autoescuela, no suele dar resutados ya que la persona amaxofóbica sí sabe conducir, pero necesita perder el miedo y esto solo está cualificado para tratarlo el psicólogo clínico y/o sanitario)  y con experiencia en subir al vehículo del paciente y desarrollar las sesiones durante la práctica de la conducción.

Si tienes miedo a conducir en algún grado puedes superarlo con:

 Un programa totalmente personalizado de TRATAMIENTO del miedo a conducir y PRÁCTICAS DE CONDUCCIÓN adaptadas  y en tu propio vehículo.

Infórmate llamando al 600 44 00 04. Javier Brotons. Psicólogo clínico col.CV03246