Evolución histórica
Los orígenes psicológicos de la psicoterapia cognitiva se remontan a diversas evoluciones de distintas escuelas psicológicas.
Los fundadores modernos de esta psicoterapia son Albert Ellis y Aaron Beck.
Ellis (1913) fue modificando gradualmente su modelo terapéutico desde una perspectiva psicoanalítica más clásica, pasando por otra más neofreudiana hasta llegar a su propio modelo. Con estas modificaciones observó que iba aumentando el porcentaje de éxito en su tratamiento y que los pacientes aunque podían tener una adecuada comprensión de su conducta (insight) no la solían modificar, y se estancaban a este nivel. En 1958 publica su famoso Modelo A B C para la terapia. En este modelo afirmaba que los trastornos emocionales no derivaban directamente de los acontecimientos vitales de la vida actual o los acontecimientos pasados, sino de determinadas creencias irracionales o exigencias que el propio sujeto había adquirido y en las que se “autoadoctrinaba”. Paralelamente se acercaba a la terapia de conducta al proponer determinados métodos activos para modificar tales exigencias. Su terapia constituye la llamada “Terapia Racional Emotiva”
La Psicoterapia Cognitiva es la más joven de las grandes corrientes de psicoterapia. Surgida a lo largo de los 70, su prestigio lo consiguió cuando probó, en un famoso estudio del N.I.M.H. (National Insititute of Mental Health) que era capaz de lograr excelentes resultados en el tratamiento de la depresión.
Beck, en particular fue quien desarrolló y dio respuestas muy útiles para el abordaje terapéutico de la depresión. Observa que en este y otros trastornos emocionales (Beck, 1967, 1976) la estructura de las experiencias de los individuos determinan sus sentimientos y conductas. Este concepto de Estructura Cognitiva suele recibir otros nombre como el de ” Esquema cognitivo” y en el ámbito clínico el de “supuestos personales” (Beck, 1979). Equivalen a las creencias irracionales según la concepción de Ellis.
Los elementos primordiales son: en los psicopatológico, la tríada de visiones negativas, hipótesis sobre la existencia de patrones de vulnerabilidad, presencia de esquemas disfuncionales, activación de mecanismos disfuncionales. En lo terapéutico, intervenciones sobre pensamientos automáticos, confrontación de distorsiones y reestructuración cognitiva. (Fernández-Alvarez, 2000)
Supuestos básicos del Modelo Clásico
Según el Modelo Clásico de Beck, los supuestos generales en los que se basa la terapia cognitiva son:
1) Las ideas o creencias influyen sobre los estados afectivos (y los modifican). Algunas son responsables en la génesis de los trastornos psicológicos. El éxito de la terapia depende de que puedan cambiarse esas creencias
2) El desarrollo de un trastorno se apoya en la vulnerabilidad cognitiva a realizar sintamos depresivos que padece el individuo. Dicha vulnerabilidad es el resultado de la operación de ciertos esquemas o patrones de inadecuación, fracaso o pérdida.
3) Tales esquemas están representados por actitudes disfuncionales del estilo de “si alguien a quien quiero no me quiere, no soy nada”. Los pensamientos automáticos que favorecen la aparición de sintamos depresivos se valen de distorsiones cognitivas.
4) Lo que produce las acciones distorsionadas es la activación de diferentes esquemas. Existen tres tipos principales:
reglas de conducta (“siempre tengo que actuar a la perfección”)
supuestos básicos (“si me equivoco, la gente no creerá mas en mi”)
creencias nucleares (“soy incompetente“)
5) Cuando el individuo se topa con ciertos eventos negativos que activan su vulnerabilidad cognitiva se desarrollan signos negativos del sí mismo, el mundo y el futuro.
6) Como consecuencia aparece los sintamos negativos que caracterizan la depresión
Los errores sistemáticos que se dan en el pensamiento del depresivo mantienen la creencia del paciente en la validez de sus conceptos negativos, incluso a pesar de la existencia de evidencia contraria (Beck, 1967)
La terapia cognitiva postula que la posibilidad de reconocer y examinar las creencias negativas de los pacientes y las tendencias en la forma de procesar la información puede reducir su malestar y volverlos más efectivos para afrontar los desafíos de la vida.
Diciéndolo simplemente, los pensamientos influyen sobre los sentimientos y la conducta, y cambiando los pensamientos cambiarán los sentimientos y las conductas.
El rol mas importante del terapeuta será ayudar a sus pacientes a usar técnicas para identificar y examinar sus pensamientos y modificar así creencias y conductas disfuncionales.
Las metas finales del terapeuta son que los pacientes puedan usar estos pensamientos de manera independiente.
Estas habilidades son importantes no sólo para reducir síntomas sino también para reducir la frecuencia de la recurrencia.
La terapia es conducida de manera estructurada y colaborativa, para lograr sus objetivos a través de tres acciones: explorar, examinar y experimentar que ayudarán al paciente en su proceso de modificar pensamientos negativos o disfuncionales por otros mas adaptativos o funcionales.
El primer paso consiste entonces en explorar sus creencias o dicho de otro modo su sistema de significados personales.
El segundo paso consiste en examinar esas creencias o significados personales intentando buscar nuevas interpretaciones, perspectivas que la flexibilicen.
El tercer paso o experimentación que implica el testeo de validez de las creencias disfuncionales se usa para desafiar estas creencias.
Estos pasos no necesariamente son lineales sino que pueden usarse aleatoriamente según convenga.
Psicoterapia cognitiva:
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