ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)

El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es mucho más de lo que una persona normal con ansiedad experimenta en su vida diaria. Son preocupación y tensiónes crónicas aún cuando nada parece provocarlas. El padecer  este trastorno significa anticipar siempre un desastre, frecuentemente preocupándose excesivamente por la salud, el dinero, la familia el trabajo o nada en particular.A veces, la raíz de la preocupación es difícil de localizar. El simple hecho de pensar en pasar el día provoca ansiedad.
Las personas que padecen de TAG no parecen poder deshacerse de sus inquietudes aún cuando generalmente comprenden que su ansiedad es más intensa de lo que la situación justifica.Quienes padecen de TAG también parecen no poder relajarse. Frecuentemente les cuesta el sueño o en permanecer dormidos. Sus preocupaciones van acompañadas de síntomas físicos, especialmente temblores, contracciones nerviosas, tensión muscular, dolores de cabeza, irritabilidad, transpiración o accesos de calor. Pueden sentirse mareadas o que les falta el aire. Pueden sentir náusea o que tienen que ir al baño frecuentemente. O pueden sentir como si tuvieran un nudo en la garganta.

Asociación con otras patologías: Depresión

La depresión frecuentemente acompaña a los trastornos de ansiedad y, cuando esto sucede, también debe atenderse.
Los sentimientos de tristeza, apatía o desesperanza, cambios en el apetito o en el sueño así como la dificultad en concentrarse que frecuentemente caracterizan a la depresión pueden ser tratados con efectividad con psicoterapia y, dependiendo de la severidad del mal, complementada con medicamentos.

Muchos individuos con TAG se sobresaltan con mayor facilidad que otras personas. Tienden a sentirse cansados, les cuesta trabajo concentrarse y a veces también sufren de depresión.
Por lo general, el daño asociado con TAG es ligero y las personas con ese trastorno no se sienten restringidas dentro del medio social o en el trabajo. A diferencia de muchos otros trastornos de ansiedad, las personas con TAG no necesariamente evitan ciertas situaciones como resultado de su trastorno. Sin embargo, si éste es severo, el TAG puede ser muy debilitante, resultando en dificultad para llevar a cabo hasta las actividades diarias más simples.

Tratamiento psicológico para el TAG:

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SÍNDROME DE PICA

     El síndrome de Pica es una extraña enfermedad alimentaria, que según expertos, puede tener causas físicas, mentales y hasta culturales.

     Este trastorno alimenticio provoca deseos urgentes de comer sustancias no destinadas al consumo humano, tales como: pasta dental, jabón, detergente, condones, yeso, pelo, fósforos, barro, hielo, colillas de cigarro, betún para zapatos, polvo o suciedad, esmalte, entre otros.

      El Síndrome de Pica es un trastorno alimenticio y conductual que tiene mayor incidencia en regiones pobres como Centro y Sudamérica e India. Otros grupos de riesgo son los epilépticos, psicóticos y quienes sufren un daño cerebral. También suele ser habitual en niños de corta de edad, especialmente en quienes presentan problemas de autismo.

     En algunos casos, estas patologías parecen tener sus raíces en el instinto humano. Por ejemplo, se sabe que algunas mujeres embarazadas ingieren yeso para suplir carencias de calcio.

     El síndrome fue bautizado con el nombre de Pica, en alusión a una urraca llamada Pica Pica, que hace su nido con todo tipo de materiales que recoge. También se le conoce como Alotriofagia, un término derivado de “alotrio” que significa extraño y “fagia”, comer.

       El Síndrome de Pica toma un nombre específico dependiendo del tipo de alimento o sustancia ingerida. Las más comunes son: la PAGOFAGIA (comer hielo), GEOFAGIA (comer tierra); AMILOFAGIA (comer harina).

Existen tambien otros tipos de Pica como la Cautopirofagia (comer fósforos quemados); Coniofagia (comer polvo de persianas); Litofagia (comer piedras); Tricofagia (comer pelos); Xilofagia (comer maderas); Stachtofagia (cenizas de cigarro); Onicofagia (comer uñas).

      En pacientes psiquiátricos es más usual que se presenten otros tipos de Pica como la Coprofagia (ingesta de heces); Foliofagia (ingesta de hojas). 

     Las causas que desencadenan el Síndrome de Pica, son un enigma que no ha sido resuelto en su totalidad, aunque existen varias teorías que intentan explicar su origen.

      Se cree que puede ser provocado por deficiencias nutricionales; factores culturales o razones psicológicas. Se sabe por ejemplo, que algunas culturas aceptan la Pica como una forma de tratar las náuseas matinales o para incrementar la espiritualidad.

     Otras veces puede ser desencadenada por enfermedades mentales y traumas psicológicos. El estrés, el temor o los abusos, son características distintivas de la presencia del Síndrome de Pica.

       El Síndrome de Pica puede producir serias complicaciones y daños a la salud. Entre ellos podemos mencionar los siguientes: envenenamiento por exposición o consumo de plomo; obstrucciones intestinales; infecciones por parásitos y lesiones dentales.

      Quienes padecen o creen estar padeciendo el Síndrome de Pica, debe recibir tratamiento médico inmediato. Los tratamientos más comunes que se utilizan para curar esta patología son: administración de suplementos nutricionales, medicación para controlar los antojos, el estrés o la depresión; asesoramiento psicológico; terapia conductual o de comportamiento.

Terapia psicológica para el tratamiento del síndrome de pica:

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MALTRATO PSICOLÓGICO

      El maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico, destruir la autoestima y reducir la confianza personal. Su padecimiento lleva a la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia de la persona que los inflige. El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones, amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, indiferencias y desprecios. La violencia psicológica no actúa como la violencia física. La violencia física produce un traumatismo, una lesión u otro daño y lo produce inmediatamente. La violencia psicológica, vaya o no acompañada de violencia física, actúa en el tiempo. Es un daño que se va acentuando y consolidando en el tiempo. Cuanto más tiempo persista, mayor y más sólido será el daño.      La violencia psicológica es un anuncio de la violencia física. Peor, muchas veces, que la violencia física. Porque el anuncio es la amenaza constante de que habrá violencia física posterior.Principalmente, son dos las facetas del maltrato psicológico:

     El maltrato pasivo: es la falta de atención hacia la víctima, cuando ésta depende del agresor, como sucede con los niños, los ancianos y los discapacitados o cualquier situación de dependencia de la víctima respecto al agresor. Hay una forma importante de maltrato pasivo, que es el abandono emocional. Ancianos, menores o discapacitados abandonados por sus familias en instituciones que cuidan de ellos, pero que jamás reciben una visita, una llamada o una caricia.

     El maltrato activo: es un trato degradante continuado que ataca a la dignidad de la persona. Los malos tratos emocionales son los más difíciles de detectar, porque la víctima muchas veces no llega a tomar conciencia de que lo es. Otras veces toma conciencia, pero no se atreve o no puede defenderse y no llega a comunicar su situación o a pedir ayuda.Básicamente estos son los síntomas que se desarrollan cuando se es víctima de maltrato psicológico:

  •  Irritabilidad
  • Cefaleas
  • Insomnio
  • Fatiga permanente
  • Tristeza, ánimo deprimido y ganas de llorar sin motivo aparente
  • Ansiedad y angustia
  • Inapetencia sexual
  • Dolores de espalda y articulaciones.

      Habría que destacar también que las personas que acaban pidiendo ayuda psicológica por haber sufrido maltrato psicológico no suele hacerlo de forma voluntaria sino “obligados” por alguna persona relevante de su entorno (familiar, amigo…) ya que la percepción del  daño sufrido por el maltrato es en la mayoría de los casos menor a lo que lo es en la realidad: es común la tendencia a reducir o “enmascarar” le consecuencias personales del maltrato.

Tratamiento para el maltrato psicológico:

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PSICOLOGÍA COGNITIVA

Evolución histórica

Los orígenes psicológicos de la psicoterapia cognitiva se remontan a diversas evoluciones de distintas escuelas psicológicas.

Los fundadores modernos de esta psicoterapia son Albert Ellis y Aaron Beck.

Ellis (1913) fue modificando gradualmente su modelo terapéutico desde una perspectiva psicoanalítica más clásica, pasando por otra más neofreudiana hasta llegar a su propio modelo. Con estas modificaciones observó que iba aumentando el porcentaje de éxito en su tratamiento y que los pacientes aunque podían tener una adecuada comprensión de su conducta (insight) no la solían modificar, y se estancaban a este nivel. En 1958 publica su famoso Modelo A B C para la terapia. En este modelo afirmaba que los trastornos emocionales no derivaban directamente de los acontecimientos vitales de la vida actual o los acontecimientos pasados, sino de determinadas creencias irracionales o exigencias que el propio sujeto había adquirido y en las que se “autoadoctrinaba”. Paralelamente se acercaba a la terapia de conducta al proponer determinados métodos activos para modificar tales exigencias. Su terapia constituye la llamada “Terapia Racional Emotiva”

La Psicoterapia Cognitiva es la más joven de las grandes corrientes de psicoterapia. Surgida a lo largo de los 70, su prestigio lo consiguió cuando probó, en un famoso estudio del N.I.M.H. (National Insititute of Mental Health) que era capaz de lograr excelentes resultados en el tratamiento de la depresión.

Beck, en particular fue quien desarrolló y dio respuestas muy útiles para el abordaje terapéutico de la depresión. Observa que en este y otros trastornos emocionales (Beck, 1967, 1976) la estructura de las experiencias de los individuos determinan sus sentimientos y conductas. Este concepto de Estructura Cognitiva suele recibir otros nombre como el de ” Esquema cognitivo” y en el ámbito clínico el de “supuestos personales” (Beck, 1979). Equivalen a las creencias irracionales según la concepción de Ellis.

Los elementos primordiales son: en los psicopatológico, la tríada de visiones negativas, hipótesis sobre la existencia de patrones de vulnerabilidad, presencia de esquemas disfuncionales, activación de mecanismos disfuncionales. En lo terapéutico, intervenciones sobre pensamientos automáticos, confrontación de distorsiones y reestructuración cognitiva. (Fernández-Alvarez, 2000)

Supuestos básicos del Modelo Clásico

Según el Modelo Clásico de Beck, los supuestos generales en los que se basa la terapia cognitiva son:

1) Las ideas o creencias influyen sobre los estados afectivos (y los modifican). Algunas son responsables en la génesis de los trastornos psicológicos. El éxito de la terapia depende de que puedan cambiarse esas creencias

2) El desarrollo de un trastorno se apoya en la vulnerabilidad cognitiva a realizar sintamos depresivos que padece el individuo. Dicha vulnerabilidad es el resultado de la operación de ciertos esquemas o patrones de inadecuación, fracaso o pérdida.

3) Tales esquemas están representados por actitudes disfuncionales del estilo de “si alguien a quien quiero no me quiere, no soy nada”. Los pensamientos automáticos que favorecen la aparición de sintamos depresivos se valen de distorsiones cognitivas.

4) Lo que produce las acciones distorsionadas es la activación de diferentes esquemas. Existen tres tipos principales:

reglas de conducta (“siempre tengo que actuar a la perfección”)

supuestos básicos (“si me equivoco, la gente no creerá mas en mi”)

creencias nucleares (“soy incompetente“)

5) Cuando el individuo se topa con ciertos eventos negativos que activan su vulnerabilidad cognitiva se desarrollan signos negativos del sí mismo, el mundo y el futuro.

6) Como consecuencia aparece los sintamos negativos que caracterizan la depresión

Los errores sistemáticos que se dan en el pensamiento del depresivo mantienen la creencia del paciente en la validez de sus conceptos negativos, incluso a pesar de la existencia de evidencia contraria (Beck, 1967)

La terapia cognitiva postula que la posibilidad de reconocer y examinar las creencias negativas de los pacientes y las tendencias en la forma de procesar la información puede reducir su malestar y volverlos más efectivos para afrontar los desafíos de la vida.

Diciéndolo simplemente, los pensamientos influyen sobre los sentimientos y la conducta, y cambiando los pensamientos cambiarán los sentimientos y las conductas.

El rol mas importante del terapeuta será ayudar a sus pacientes a usar técnicas para identificar y examinar sus pensamientos y modificar así creencias y conductas disfuncionales.

Las metas finales del terapeuta son que los pacientes puedan usar estos pensamientos de manera independiente.

Estas habilidades son importantes no sólo para reducir síntomas sino también para reducir la frecuencia de la recurrencia.

La terapia es conducida de manera estructurada y colaborativa, para lograr sus objetivos a través de tres acciones: explorar, examinar y experimentar que ayudarán al paciente en su proceso de modificar pensamientos negativos o disfuncionales por otros mas adaptativos o funcionales.

El primer paso consiste entonces en explorar sus creencias o dicho de otro modo su sistema de significados personales.

El segundo paso consiste en examinar esas creencias o significados personales intentando buscar nuevas interpretaciones, perspectivas que la flexibilicen.

El tercer paso o experimentación que implica el testeo de validez de las creencias disfuncionales se usa para desafiar estas creencias.

Estos pasos no necesariamente son lineales sino que pueden usarse aleatoriamente según convenga.

Psicoterapia cognitiva:

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DEPRESIÓN BIPOLAR

 La depresión bipolar, antaño denominada “enfermedad maníaco-depresiva”, es un trastorno que cursa con fases de manía o euforia y depresión. La fase maníaca se caracteriza por la aparición, de un período de elevación del estado de ánimo, anormal, expansivo e irritable, de al menos una semana de duración. El ánimo elevado va de una extraordinaria capacidad de entusiasmarse hasta una exaltación desenfrenada. La irritabilidad se manifiesta con enfado cuando los que rodean al paciente no se muestran acordes con él. La elevación del ánimo se acompaña de un aumento de la autoestima o grandiosidad, una disminución de la necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distrabilidad, agitación, e implicación excesiva en actividades placenteras que ponen en peligro su vida.

La fase depresiva es en muchos sentidos el polo opuesto de la manía. Se caracteriza por la aparición de un estado de ánimo depresivo, de una duración de al menos dos semanas, durante el cual hay una pérdida de interés o placer (anhedonia) en todas las actividades. Durante el episodio depresivo se experimentan abatimiento, inhibición de la actividad intelectual, cambios de¡ apetito, peso y de la actividad psicomotora, falta de energía,

sentimientos de infravaloración o de culpa; dificultad para concentrarse o tomar decisiones, y pensamientos recurrentes de muerte o ideación, planes o intentos suicidas. También se observan alteraciones físicas en el curso de la fase depresiva; la musculatura parece lacia, la expresión del rostro se paraliza y los movimientos se enlentecen.

La prevalencia de la depresión bipolar es de un 1 a 2%, esto es, una a dos de cada 100 personas la presentan. El cuadro con frecuencia comienza entre los 20 y los 50 años de edad, aunque también suele presentarse durante la adolescencia.

Tratamiento depresión bipolar:

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VIOLACIÓN

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA VIOLACIÓN.

  • Ser víctima de una violación o un abuso sexual es una experiencia muy traumática
  • Sus consecuencias pueden prolongarse durante mucho tiempo y pueden causar daños psicológicos durante años
  • La violación, una realidad dolorosa que no podemos negar, es un acto aplastante que tiene consecuencias a largo plazo pero que con la ayuda adecuada y especializada se puede superar
  • Sólo el 20% de las víctimas no muestran síntomas un año después de la agresión
  • Las víctimas que han sufrido ataques sexuales describen los siguientes sentimientos:  temor, culpa, desvalorización y problemas de autoestima, generación de odio, vergüenza, tendencia a la depresión, asco y problemas en las relaciones sexuales, desconfianza, aislamiento e incluso marginalidad.
  • Los transtornos en el apetito y el sueño
  • En los meses posteriores a la violación, las mujeres empiezan a tener problemas para dormir
  • A menudo no pueden dormir con la luz apagada y manifiestan estados de alerta e hipervigilancia
  • Se muestran muy reatraídas, con mucho temor a salir a la calle y especialmente evitan los espacios abiertos

El síndrome de estrés post-traumático

  • El estrés post-traumático es una afección que afecta a las víctimas de violación aunque también puede aparecer en otras situaciones como en ex combatientes en guerras o en víctimas de catástrofes naturales y de otros delitos
  • Según un trabajo sobre estrés post-traumático desarrollado por la Universidad del País Vasco, mientras las víctimas de otros delitos desarrollan esa dolencia en un 25% de los casos, el porcentaje se duplica en el caso de las víctimas de una agresión sexual
  • Mientras el ex combatiente abandona el lugar una vez terminada su participación en la guerra, la mujer víctima de violación ha sufrido el delito en un ámbito cotidiano, que debe seguir frecuentando. Esto potencia cada uno de sus miedos
  • Según las estimaciones de los especialistas, entre el 50% y el 70% de las víctimas de violación necesitan recurrir a la psicoterapia
  • Las mujeres que no necesitan de un acompañamiento psicológico en el primer momento son las que cuentan con un apoyo y un entorno afectivo eficaz: este apoyo se considera fundamental para la evolución de la mujer violada

El problema de las adicciones o el suicidio después de una violación

  • La angustia, la ansiedad, la depresión, la baja de la autoestima y la reincidencia de sueños y recuerdos invasivos son algunos de los rasgos de esta patología
  • Todos estos sentimientos pueden, a la larga, dar lugar a la aparición de problemas de adicción de sustancias como las drogas o el alcohol y los intentos de suicidio

El impacto sobre la familia, la pareja y el trabajo

  • Uno de los impactos más fuertes se nota en la autoestima, en la capacidad lúdica y en la vida de relación
  • En la mujer sexualmente agredida aparece una “necesidad de huir” del recuerdo de la violación, pero también de escapar de la amenaza de volver a ser abusada
  • La mujer violada sufre una invasión total de su integridad física y psíquica, un desgarramiento de su intimidad y su dignidad: presentará, pues, como consecuencia importantes problemas de autoestima
  • Siente vergüenza y culpa pero también inseguridad, miedos y fobias de cualquier tipo
  • En un estudio realizado en México se demostró que el 91% de las víctimas de una violación abandonan su trabajo, aún cuando fuera su única fuente de sustento
  • La idea de culpabilidad y la vergüenza por el episodio vivido repercutirán en la relación de pareja y en la vida sexual, que va a verse muy afectada
  • En estos casos la terapia de ambos miembros de la pareja con un psicólogo puede ser necesaria
  • Cuando la mujer violada no tiene pareja estable el papel de la familia es fundamental aunque no siempre reaccionan de la forma deseada

Tratamiento psicológico de la violación:

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BRONTOFOBIA

Miedo a los rayos y truenos de las tormentas.Las personas que la padecen sufren aunque puedan darse cuenta de que los truenos no constituyen una amenaza hacia su integridad física. Alguien con esta fobia estará alarmado tanto antes como durante las tormentas. Si se encuentran al aire libre durante una tormenta eléctrica, padecerán los síntomas de la ansiedad, mientras que si están dentro de casa, es posible que tiendan a esconderse bajo la cama, detrás del sofá, en los armarios, etc.Durante los meses de verano, cuando son más frecuentes las tormentas eléctricas, personas las con brontofobia se obsesionan por mirar el pronóstico meteorológico, y eligen permanecer adentro de su casa cuando hay tormentas anunciadas, o incluso cuando empiezan a formarse nubes negras en el cielo. Dependiendo el grado de la fobia, estas personas experimentan temor a medida que se acercan los meses de verano. Esto se debe a que son conscientes de que su vida cotidiana se verá interrumpida: en algunos casos extremos se les dificulta asistir al trabajo y continuar con sus actividades rutinarias.

Tratamiento de la brontofobia:

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DIVORCIO

Nuevas investigaciones de los EE.UU. sugieren que el divorcio y la viudez daña la salud de manera que incluso casarse de nuevo no lo recupera.

El estudio ha sido la labor de la socióloga Linda Waite de la Universidad de Chicago, y su colega Mary Elizabeth Hughes, Profesor Adjunto de la Johns Hopkins’ Bloomberg School of Public Health. Sus resultados aparecerán en el número de septiembre de la Revista Journal of Health and Social Behavior.

Aunque los investigadores han explorado los vínculos entre la salud y el matrimonio antes, este es el primer estudio para examinar los vínculos entre una amplia gama de las dimensiones de la salud y las transiciones maritales y el estado civil.Otros estudios demuestran que el tomar en cuenta la genética y otros factores, se puede considerar como entrar en la edad adulta con una “reserva” particular de salud y cada experiencia de pérdida o ganancia en su estado civil afecta a esta “reserva”.

Por ejemplo, el matrimonio tiende a mejorar los comportamientos de salud en hombres y mujeres en el bienestar financiero,  dice Waite, explicando que estas ventajas de salud tienden a crecer durante todo el matrimonio, mientras que las transiciones, como la viudez o divorcio tienden a socavar la salud debido a efectos como el descenso de los ingresos y la división de bienes y el cuidado de los niños.

Para el estudio 8652 personas de 51 años a 61 llenaron cuestionarios, las respuestas que Waite y Hughes analizaron y encontraron que entre los casados, los que alguna vez se divorciaron tenían peor estado de salud en todas las dimensiones que investigaron.

Específicamente encontraron que:

* En comparación con los participantes que estaban casados, los que se habían divorciado o enviudaron, tenían el 20 por ciento más problemas crónicos de salud como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.

* También tenían un 23 por ciento más de limitaciones en su movilidad, como dificultades para subir escaleras o caminar alrededor de la manzana.

* En comparación con las personas casadas, los que nunca se había casado tenían 13 por ciento más de síntomas depresivos y el 12 por ciento más de limitaciones de movilidad.

* Sin embargo, no hubo diferencia en el número de enfermedades crónicas entre los que nunca se casaron y las personas casadas.

* En comparación a los participantes que permanecieron casados continuamente, los que tenían segundas nupcias, presentaban el 12 por ciento más de condiciones crónicas de salud, el 19 por ciento más de limitaciones de movilidad, pero no los síntomas depresivos.

Reflexionando sobre las razones  de los resultados, Waite sugiere que el impacto de las transiciones, como el matrimonio, el divorcio y nuevos matrimonios en la salud depende de las formas en que el desarrollo de enfermedades y curan a través del tiempo.

“Algunas situaciones de salud, como la depresión, parecen responder en forma rápida y firmemente a los cambios en las condiciones actuales”, dijo Waite, mientras que otros, como la diabetes y las enfermedades del corazón se desarrollan mucho más lentamente durante un período más largo y muestran el efecto de experiencias, añadió.

Fuente: Journal of Health and Social Behavior

Tratamiento psicológico del divorcio:

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TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

El trastorno negativista desafiante es un trastorno del comportamiento, normalmente diagnosticado en la niñez, que se caracteriza por comportamientos no cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los padres, compañeros, maestros y otras personas en posición de autoridad.
La causa precisa no se conoce por el momento, pero se aventuran dos teorías primarias para explicar el desarrollo del trastorno. Una teoría del desarrollo sugiere que los problemas comienzan cuando los niños tienen entre uno y dos años y medio de edad. Los niños y adolescentes que desarrollan el   trastorno pueden haber tenido dificultades para aprender a separarse de su figura de apego primaria y desarrollar habilidades autónomas. Las malas actitudes características ellos se consideran una continuación de las cuestiones normales durante el desarrollo que no fueron resueltas adecuadamente en los primeros años de vida.
La teoría del aprendizaje sugiere, sin embargo, que las características negativas son actitudes aprendidas que reflejan los efectos de las técnicas de refuerzo negativo empleadas por los padres y personas en posición de autoridad. Se considera que el empleo de refuerzos negativos por parte de los padres incrementa la frecuencia e intensidad de los comportamientos opositores en el niño que de este modo logra la atención, el tiempo, la preocupación y la interacción deseados con los padres o personas en posición de autoridad.
Los síntomas del trastorno negativista desafiante pueden incluir los siguientes:
• Tiene rabietas frecuentes.
• Tiene excesivas discusiones con los adultos.
• Se niega a acceder a las solicitudes de los adultos.
• Cuestiona constantemente las normas; se niega a obedecer las reglas.
• Su comportamiento está dirigido a molestar o enojar a los demás, incluyendo a los adultos.
• Culpa a otras personas por su mal comportamiento o errores….

Tratamiento del trastorno negativista desafiante:

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TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones de carácter recurrente, que provocan pérdida de tiempo, deterioro marcado de las actividades cotidianas (sociales, laborales…) y un malestar clínico significativo. El individuo reconoce que sus obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales.

Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente, que el individuo considera intrusos e inapropiados y que provocan ansiedad o malestar significativo (egodistonía). El individuo siente que el contenido de su obsesión es ajeno y fuera de su control, sin embargo reconoce que son producto de su propia mente.

Los temas más frecuentes de las obsesiones son la contaminación (por ej. contraer una enfermedad al estrechar la mano a los demás), dudas repetitivas (por ej. preguntarse a uno mismo si ha realizado un acto en concreto, como haber atropellado a alguien con el coche o haber olvidado cerrar la puerta con llave), necesidad de disponer las cosas en un orden determinado ( por ej. intenso malestar ante objetos desordenados o asimétricos), e incluso impulsos de carácter agresivo.

El individuo intenta ignorar o suprimir estos pensamientos o impulsos o neutralizarlos mediante otras ideas o actividades (compulsiones). Las compulsiones son comportamientos (por ej. lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (por ej. rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter recurrente, cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o el malestar, pero no proporcionan placer o gratificación. La persona se siente impulsada a realizar la compulsión para reducir el malestar que lleva consigo una obsesión determinada o bien para prevenir algún acontecimiento o situación negativos (por ej. lavarse repetidamente las manos para evitar contraer una enfermedad). Las compulsiones más frecuentes implican tareas de lavado o limpieza, comprobaciones, demandas o exigencias de certeza, actos de carácter repetitivo y puesta en orden de objetos.

Tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo:

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