MIEDO A ATRAGANTARSE: FAGOFOBIA.

La fobia a atragantarse se basa en el miedo irracional a ahogarse que tiene la persona al anticipar o realizar la conducta de ingerir alimentos, bebidas o pastillas. La exposición a dicha conducta provoca en la persona una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de un ataque de pánico situacional, y este fuerte miedo o ansiedad lleva a la persona a escapar o evitar la conducta de ingerir alimentos.

En relación a la etiología u origen, la fagofobia podría venir desencadenada a partir de una experiencia traumática en la que la persona sufre un atragantamiento, aunque en muchas ocasiones la persona que la sufre no ha tenido esta experiencia.

El miedo a atragantarse es anticipatorio y por tanto denota un problema de ansiedad en la base que debe ser tratado para corregir este problema.

Tratamiento de la fagofobia:

                  Javier Brotons (psicólogo col.CV03246). Tel. 600 44 00 04.

                                      www.psicologo-valencia.es

MIEDO A PONERSE ROJO: ERITROFOBIA.

¿Qué es la Eritrofobia?

La Eritrofobia es una fobia específica que se encuentra dentro del grupo de las fobias o miedos sociales. La Eritrofobia es el miedo a ruborizarse (sufrir el “golpe de sangre”).

Causas de la Eritrofobia

Encontrarse en un ambiente social en que eventualmente uno puede ser el centro de atención puede desencadenar el enrojecimiento facial. Ante la a mirada de los demás , el afectado puede temer la crítica, el menosprecio o la humillación del grupo o simplemente las atribuciones que puedan realizar sobre él.

Generalmente, el rubor facial empieza en la etapa de la infancia o la adolescencia.

Consecuencias de la Eritrofobia

El temor a ruborizarse genera ansiedad. Se produce el círculo vicioso por el cual el propio miedo a ruborizarse puede desencadenarlo. Ante este miedo intenso a que una situación social pueda desencadenar en la ruborización, se tiende a evitar dichos encuentros sociales: retracción social. Puesto que el miedo al rubor enfatiza la ansiedad a ruborizarse, las situaciones previsibles pueden ser cada vez más numerosas, y este temor puede permanecer y consolidarse durante la madurez.

Sonrojarse: ¿es malo?

Ruborizarse, en sí mismo, no es ninguna patología ni, por lo general, es síntoma de ningún trastorno. Sonrojarse es una reacción corporal plenamente normal y no es necesario seguir ninguna pauta o tratamiento para evitarlo. El escenario en que ponerse rojo pueda ser un elemento que acentúe un trastorno psicológico de fondo y esto afecte al normal desarrollo diario de la persona, sí puede ser motivo suficiente como para tomar algunas medidas, puesto que estamos ante un caso de Eritrofobia.

Tratamiento de la eritrofobia en Valencia:

Javier Brotons (psicólogo colegiado CV03246). Tel. 600 44 00 04.

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