En los principios de la psicología cognitivo conductual el miedo a conducir es el resultado de un proceso en el que la persona percibe el tráfico, el propio vehículo, la vía por la que se circula o el ambiente en el que se circula cómo una amenaza, incluso se puede percibir a demás conductores cómo peligrosos, y por uno o varios de estos motivos sentirnos incapaces de conducir y/o evitar ciertas circunstancias en la conducción: conducir por autovía, coger cierta velocidad, adelantar a otros vehículos…
Como fobia, significa un miedo injustificado ante situaciones u objetos que no son peligrosos en sí mismos y que no producen miedo en las demás personas. Dentro de las distintas fobias, la podemos englobar en el grupo de los miedos asociados a los medios de transporte (fobia a volar, a tomar el metro…). En su grado más extremo o paralizante, estaría relacionada con la agorafobia, esto es, un miedo incontrolable ante situaciones en las que “si nos pasase algo” resultaría complicado escapar o salir airosos de la situación, y es por ello que si se conduce se hace evitando circunstacias y desarrollando conductas y rituales que dan seguridad.
Un problema que afecta a más del 30% de los conductores españoles en diferentes grados, según el estudio del Instituto MAPFRE de Seguridad Vial.
Como en otros trastornos fóbicos la respuesta de huida-evitación produce en el sujeto una sensación de alivio de la ansiedad, que se mantiene por refuerzo negativo. Esta respuesta llega a ser tan poderosa que se vive cómo la única posible para hacer frente al problema. Por este motivo esta fobia requiere un múltiple abordaje:
- Modificar las ideas sobre la amenaza del tráfico y los demás conductores.
- Cambiar la autopercepción de competencia por parte de la persona.
- Suprimir y evitar la respuesta de huida en el tráfico.
La única forma de conseguirlo es realizando las sesiones en situación de conducción (durante la conducción en el vehículo propio) y con un programa adaptado a las características amaxofóbicas propias de la persona, con un psicólogo especialista en el tratamiento de esta fobia (el tratamiento de esta fobia por parte de personal o profesores de autoescuela, no suele dar resutados ya que la persona amaxofóbica sí sabe conducir, pero necesita perder el miedo y esto solo está cualificado para tratarlo el psicólogo clínico y/o sanitario) y con experiencia en subir al vehículo del paciente y desarrollar las sesiones durante la práctica de la conducción.
Si tienes miedo a conducir en algún grado puedes superarlo con:
Un programa totalmente personalizado de TRATAMIENTO del miedo a conducir y PRÁCTICAS DE CONDUCCIÓN adaptadas y en tu propio vehículo.
Infórmate llamando al 600 44 00 04. Javier Brotons. Psicólogo clínico col.CV03246