DEPRESION PRIMAVERAL

En esta época del año, es habitual sentirse más cansados de lo habitual. La llegada del buen tiempo puede aminorar nuestras energías, dejándonos algo más bajos de ánimo. Aunque, con la llegada del buen tiempo son muchas -cada vez más- las personas que experimentan un estado de ánimo bajo que puede desembocar en una depresión. Superarlo no es difícil.La depresión primaveral supone una bajada del estado de ánimo temporal cuyos síntomas son el cansancio o la fatiga continua y una intensa apatía: la persona afectada no tiene ninguna gana de realizar actividades, ni siquiera aquellas más cotidianas como dar un paseo, ver a los amigos, salir de compras… Esta disminución de la actividad general provoca una alteración significativa del estado de ánimo.Entre las causas de este trastorno, que la mayoría de las veces es de carácter leve y pasajero, se encuentra la repercusión que las variaciones climáticas y horarias tienen a nivel cerebral: mientras algunas personas asimilan estos cambios con facilidad y rapidez, otras sufren un proceso de adaptación más lento, que puede convertirse en un estado depresivo. Otros factores que pueden desencadenar esta situación son: el estrés, padecer un problema emocional o psicológico previo, un desequilibrio hormonal o una dieta deficitaria.  Algunos consejos para superarla serían:

Vigila la alimentación.Ahora, más que nunca, hay que aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas (como frutas y verduras), proteínas (carne, pescado, lácteos y huevos) y, sobre todo, hidratos de carbono (pan, pasta y arroz, preferentemente integrales).

Controla el estrés.El exceso de responsabilidades puede mermar tu capacidad de disfrutar de la vida y dejarte apático/a y excesivamente cansado/a. Evítalo organizándote mejor las tareas y disfrutando más del tiempo libre.

Haz ejercicio.Si practicas cualquier tipo de deporte con regularidad, tu organismo segregará endorfinas, unas hormonas que te harán sentir más alegre y pletórico/a de energía.

.Se ordenado/a. El estrés y el desorden suelen ir de la mano y, además, en lo que respecta al estado anímico, es la pescadilla que se muerde la cola: el desorden crea incomodidad e infelicidad, ya que es muy frustrante no encontrar lo que se busca, además de consumir tiempo, producir un estrés suplementario y tener un coste emocional (representa un obstáculo para enfrentarse a las exigencias de cada día). No hay que olvidarse del orden mental: no pocas veces el pasar inconscientemente de una actividad a otra bajo un ritmo frenético y sin tener clara la meta final nos deja literalmente agotados, de ahí que sea recomendable echar el freno y dedicar todos los días un rato a organizarse y reflexionar sobre el desarrollo de nuestra actividad diaria.                  

Tratamiento de la depresión primaveral:      

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