TERAPIA DE PAREJA

La pareja es una de las relaciones más importantes para el ser humano, y a la vez, una de las más complejas. Siendo mucho más que la suma de dos partes, la pareja tiene una dinámica propia que influye y está influenciada por los individuos que la constituyen. Cada persona trae a la pareja su mundo. Un mundo formado por su historia personal, familiar y cultural. Por un lado, esto puede enriquecer a la pareja y ayudar al crecimiento y el desarrollo de cada uno de sus miembros y por otro, las diferencias pueden generar conflictos dadas las dificultades que muchas veces surgen al intentar congeniar o negociar los modelos, ideas y expectativas que cada miembro de la pareja aporta sobre la relación, la comunicación, los hijos, y el mundo en general.
Los desafíos que surgen no siempre encuentran respuestas en el repertorio de soluciones y recursos de la pareja. El cúmulo de situaciones problemáticas no solucionadas suele conducir a alguna forma de crisis. En estos puntos que parecen indisolubles, la terapia puede actuar como un recurso, ofreciendo nuevas perspectivas para mejorar la relación.

¿Cómo funciona?

El objetivo de la terapia es buscar nuevas posibilidades de relación, de acuerdo con las necesidades, características y potencial de cada pareja y de cada individuo. También, facilitar una mayor comprensión de sí mismo, del otro y de la relación; abrir canales de comunicación; modificar patrones de relación disfuncionales; elaborar conflictos del presente y heridas del pasado; y fomentar el desarrollo tanto individual como de la pareja.
En la mayoría de los casos, el trabajo consiste en intervenciones sobre la estructura y el funcionamiento conyugal, aumentando la capacidad de la pareja para abordar situaciones complejas o difíciles. Para ello el terapeuta dispone de una serie de recursos técnicos, entre ellos la prescripción de tareas que se realizan por la pareja entre sesiones.
La terapia también puede actuar como soporte para la preparación de un proceso de ruptura o separación de manera constructiva, velando por la salud y el bienestar de sus miembros y de sus hijos, si los hay.
Motivos de terapia más frecuentes:

• Problemas en la comunicación
• Dificultad en la resolución de problemas
• Infidelidad
• Celos
• Agresividad y violencia
• Depresión
• Insatisfacción sexual
• Problemas sexuales
• Desacuerdos financieros
• Mediación
• Problemas con la familia de origen
• Problemas en el manejo de los hijos
• Etc.

Para más información:

                     www.psicologo-castellon.com

Leave a Reply