La violencia contra las mujeres conlleva consecuencias demoledoras tanto para su integridad física, psicológica y sexual, como para su dignidad como persona:
Físicas
Lesiones (que pueden revestir diversos niveles de gravedad), enfermedades de transmisión sexual, abortos, problemas ginecológicos, cefaleas, malestar físico, dolores crónicos, etc
Psicológicas
Estas secuelas se producen tanto por la violencia psíquica como por el impacto emocional que genera la violencia física, y comprende; cuadros de depresión/ansiedad, trastorno por estrés postraumático, baja autoestima, trastornos de la conducta alimentaria y del sueño, dificultada para concentrarse, conductas adictivas (uso abusivo de tranquilizantes), etc.
Sociales/laborales/educativas.
La violencia puede generar en la mujer aislamiento, falta de participación, dificultades para entablar relaciones futuras, absentismo laboral, etc
Atención psicológica en situaciones de maltrato: