Los fármacos antidepresivos no causan la misma adicción que los tranquilizantes, el alcohol o la nicotina, en el sentido de que:
- Uno no tiene que ir aumentando la dosis para obtener el mismo efecto
- Uno no tiene ansia de seguir tomando los antidepresivos si los deja de tomar.
Sin embargo, hasta un tercio de las personas que dejan de toman los ISRS y IRSNs sufre síntomas de abstinencia que pueden durar entre 2 semanas y 2 meses. Estos incluyen:
- molestias estomacales
- síntomas gripales
- ansiedad
- mareos
- sueños vívidos o pesadillas
- sensaciones corporales como descargas eléctricas (ver referencias)
En la mayoría de los casos estos síntomas son leves, pero en un pequeño número de personas pueden ser graves. Ocurren con mayor probabilidad con paroxetina (Seroxat) y venlafaxina (Efexor). En general, es mejor disminuir la dosis de un antidepresivo poco a poco en lugar de suspenderlos de repente.
Algunas personas refieren que después de tomar un ISRS durante varios meses han tenido problemas al suspender el fármaco y sienten que se han vuelto adictos a ella. La mayoría de médicos diría que lo más probable es que el problema inicial ha vuelto de nuevo.
Tratamiento para dejar los antidepresivos: