La crisis se inicia de forma brusca y alcanza su máxima expresión con rapidez (habitualmente en diez minutos o menos), acompañándose a menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar. En la jerga psicológica le llamamos pseudoangor, es decir, falsa angina de pecho, ya que sus síntomas son muy parecidos y llena de personas con esta dolencia las consultas de urgencia de los hospitales. Como la mayor parte de estas personas acuden a urgencias de los hospitales, el tratamiento más común es la utilización de psicofármacos, sobre todo ansiolíticos, que calman los síntomas, pero alargan sufrimiento.
Tratamiento psicológico de las crisis de angustia: